Templo Masónico C. 1910. Se aprecia al fondo la estación del ferrocarril. A. Moscioni, C.1910
 

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Templo Masónico - Comisión de Alimentos - Archivo Histórico de Puerto Rico

 

Johnny Torres Rivera

El edificio conocido como "Templo Masónico de San Juan" fue ocupado y utilizado por tres organizaciones durante su existencia: La Gran Logia Soberana, la Comisión de Alimentos y el Archivo Histórico de Puerto Rico. Diseñado por el arquitecto Antonín Nechodoma, quien nació en Praga y vino a Puerto Rico en los comienzos del siglo XX, donde diseñó estructuras institucionales y residencias. Muchos de sus diseños son originales, otros emularon a los de sus maestros, pero su figura es fundamental en la historia arquitectónica del país. Nechodoma tenía experiencia en el uso del concreto, material de construcción relativamente nuevo en Puerto Rico.  El edificio estuvo situado en la parada uno de Puerta de Tierra, al sur de la Avenida Ponce de León, hoy Avenida Constitución, casi frente a la cancha de la YMCA. Fue construido en 1913 para la Gran Logia Soberana, según se desprende de documentos de la Comisión de Alimentos (Food Commision).
(AGPR)

Para el 1906 se hizo cargo de la Gran Maestría el Diputado Gran Maestro, Antonio Cordero, quien adquirió un solar para levantar el templo masónico de San Juan. El sucesor de Cordero fue el Coronel William Fontaine Lippitt. Ayudado por la colaboración de valiosos elementos Lippit erigió el templo masónico, que pocos años luego de construido hubo de enajenarse por inconveniencias del sitio. La Food Commission adquirió la propiedad para instalar sus oficinas centrales.
(El Libro de Puerto Rico, Capitulo XVI, Instituciones del Progreso Social, Masonería).

La Comisión de Alimentos "Food Commission", fue creada por la Resolución Conjunta número 10 de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, aprobada el 12 de abril de 1917. Se creó con la intención de regular los precios, la importación y distribución de alimentos básicos y para llevar a cabo una activa propaganda para estimular el cultivo de productos nativos como el mejor medio para evitar la posible crisis derivada de la escasez de alimentos en el mercado, por causa de haberse declarado la primera de la guerra mundial. Surgió el peligro de la interrupción de las comunicaciones con el continente, a través de la pérdida o retirada de los buques dedicados al comercio. La mera posibilidad de restricción de servicios de transporte marítimo no sólo causó alarma, ya que la mayoría de sus productos alimenticios se importaban de los Estados Unidos, sino también el aumento en los precios de los alimentos. En la campaña la Comisión tendría la ayuda del Departamento Federal de Agricultura y el Departamento de Educación.

El gobernador nombró cinco miembros para constituir la comisión según la ley, el 5 de mayo de 1907. Las primeras reuniones de la Food Commission se efectuaron en la oficina de la "Comisión Económica", en el piso superior del edificio de la Intendencia. Antonio R. Barceló fue electo presidente de la Comisión; John M. Turner, vice presidente y tesorero; miembros activos, Albert E. Lee, Luis Sánchez Morales, N. A. Walcott, Manuel Camuñas y E. M. Vasallo Secretario Ejecutivo . Barceló fue electo para el senado cuatro meses más tarde y renunció a la presidencia de la Comisión, siendo entonces substituido por Manuel Camuñas. El 2 de octubre de 1917 Albert E. Lee pasó a ocupar la presidencia de la organización.

La Comisión se trasladó a los cuarteles en el edificio de la "Diputación". De acuerdo a los convenios logrados por el Comisionado del Interior, estos cuarteles serían remodelados para hospedar todas las divisiones del Departamento de Agricultura y Trabajo en un solo edificio. Esto hizo necesario el desalojo de las oficinas de la Comisión de Alimentos, la cual encontró serias dificultades para conseguir un lugar adecuado.

Cuando se hizo patente que no lograrían conseguir oficinas apropiadas en ningún edificio gubernamental, los esfuerzos fueron dirigidos en obtener acomodo rentando una edificación privada, pero no se logró conseguir ninguno disponible para la renta.

Para entonces el Templo Masónico estaba en venta, y considerando que el precio de $30,000 requerido por la propiedad era razonable, se solicitó la aprobación del gobernador para la compra del inmueble. Por algún tiempo el Gobernador titubeó en conceder la autorización, pero el 6 de mayo de 1918, mientras la Comisión realizaba la primera sesión del segundo año de su existencia, el Gobernador anunció su aprobación para la compra del Templo Masónico, tomando en cuenta las circunstancias del caso y considerando la necesidad inmediata de la Comisión de tener oficinas adecuadas. Inclusive, una tasación del edificio encargada por el Comisionado de lo Interior reveló que el precio estaba más que justificado, toda una ganga si se tomaba en cuenta el valor del solar ascendía a varios miles de dólares más. En julio 1 de 1918 la Comisión se mudó a su nueva sede.
(Food Commission First Annnual Report to the Governor of Porto Rico, mayo 1917 a junio 30 1918)

Según el Dr. Luis E. González Váles, designado en el 1997 como séptimo Historiador Oficial de Puerto Rico, El Archivo Histórico de Puerto Rico fue creado en virtud de la Ley número 64
aprobada el 20 de julio de 1913. Mientras que en el Tesauro de Datos Históricos de Puerto Rico se indica que en 1917 Manuel Camuñas Velázco había presentado un proyecto de ley para la creación del Archivo Histórico de Puerto Rico
( La Democracia: 8566 / 5 en Tesauro, I, 109)

La guerra finalizó el 11 de noviembre de 1918. Al cesar las funciones de la Comisión de Alimentos, el Procurador General (Attorney General) solicitó al Comisionado del Interior, el 24 de febrero de 1919, la instalación de la Corte de Distrito de San Juan, sec. 1ra. en el edificio que estaba próximo a ser desocupado por la Comisión de Alimentos. La petición para el traspaso fue concedida el 4 de marzo de 1919. El sótano sería utilizado por el Departamento del Interior. Para septiembre del mismo año se pensaba también instalar en el mismo edificio, las oficinas del Censo, la Guardia Nacional y un archivo histórico. Un estudio que realizó el arquitecto Finlayson mostró que la cantidad de documentos a ser archivados era tal, que requerirían el espacio total disponible en la estructura exclusivamente para el Archivo Histórico.
(AGPR)

El artículo 8 del Tratado de París ordenaba que los archivos y registros oficiales, así administrativos como judiciales, pasaban a manos de los Estados Unidos. En marzo de 1900 se empacaron con destino a Washington un total de 2246 legajos, pertenecientes al importante Archivo de la Capitanía General que estaba en Fortaleza (la residencia oficial de los gobernadores españoles destacados en Puerto Rico). Los documentos necesarios para la administración del gobierno insular que se retuvieron en Puerto Rico fueron guardados en el edificio de la Intendencia. En 1943, las cajas que quedaron en custodia de la Biblioteca del Congreso fueron trasladadas a los Archivos Nacionales en Washington y allí permanecieron hasta la década de 1970.
 

A petición del Sr. Mariano Abril, el 20 de junio de 1919 se estableció el Archivo Histórico de Puerto Rico, organismo que tenia como funciones "custodiar, ordenar, clasificar y catalogar todos los documentos correspondientes al gobierno previo y a la Capitanía General de la Isla, y demás organismos del Estado que en 1898, a causa del cambio de Soberanía, quedaron reformados o suprimidos, así como todos los documentos, de carácter histórico-político de la suprimida Audiencia Territorial, como los de igual carácter correspondientes a la época del régimen español que se hallen en los municipios de la Isla o en cualesquiera otros archivos públicos o que, estando en poder de particulares, pudieran ser adquiridos por el Gobierno, bien por donación gratuita o con fondos del Tesoro Insular." El edificio ubicado frente al de la Asociación Cristiana de Jóvenes, y que "por reunir las condiciones a prueba de humedad y de incendio", fue el local destinado por ley para instalar el archivo, en noviembre de 1919. Fueron trasladados al  sótano del edificio, 10,000 legajos de documentos pertenecientes; 8,000 al Gobierno General Español y 2,000 a la suprimida Audiencia Territorial. (El Libro de Puerto Rico, Capítulo II, página 116, Archivo Histórico de Puerto Rico).

El Archivo Histórico de Puerto Rico estaba situado en el antiguo Templo Masónico.
(Tesauro de Datos Históricos de Puerto Rico, 1990, Tomo I, página 109) Desde 1903 la Legislatura insular había creado el cargo de historiador de Puerto Rico, pero no fue hasta el 1919 que aprobó la fundación del Archivo Histórico como sede del correspondiente historiador. A tales efectos, ordenó que el recién creado archivo tendría como objetivo principal custodiar, ordenar, clasificar y catalogar todos los documentos pertinentes al antiguo gobierno y capitanía general de Puerto Rico y demás organismos del Estado, así como los de la Audiencia Territorial. Además, dispuso que el director tenía el deber de trasladar al Archivo Histórico cualquier documento de carácter histórico que se encontrase en los archivos municipales. (El Desarrollo de los Archivos Históricos de Puerto Rico, Maria Dolores Luque)

El director del Archivo Histórico de Puerto Rico, Ferdinand R. Cestero, solicitó el 24 de noviembre de 1919 al Comisionado del Interior, cambiar el rótulo que aparecía en la fachada que leía "Gran Logia Soberana" por el de "Archivo Histórico de Puerto Rico". El gobernador interino José E. Benedicto autorizó el cambio de nombre de la estructura el 10 de febrero de 1920.

A pesar de que las condiciones ambientales internas del edificio eran de suma importancia para la preservación de los documentos, a esta situación no se le prestó ninguna atención. Según revela la correspondencia del director dirigida a las autoridades coloniales norteamericanas el depósito -que se encontraba en el sótano- tenía la instalación eléctrica defectuosa, las paredes estaban minadas de comején y cuando llovía el agua penetraba y mojaba la documentación. No obstante, el gobierno permaneció indiferente ante estos planteamientos. (
Maria Dolores Luque)

El 12 de noviembre de 1926 quedó destruido por incendio el Archivo Histórico de Puerto Rico, quemándose las colecciones de la Gaceta de Puerto Rico del 1830 al 1904, las Reales Ordenes del 1875 al 1898, los libros de la Aduana e Intendencia, los papeles del proceso contra Luis Muñoz Rivera del 1902, los de la erección de la estatua de Colón. Además se quemaron doce mil legajos de otros documentos y cinco mil libros catalogados.
(Tesauro de Datos Históricos de Puerto Rico, 1990, Tomo I, página 109)

En el lugar que uno vez ocuparon el Templo Masónico y el Archivo Histórico de Puerto Rico se levantó el actual edificio multipisos para albergar la Comisión Industrial de Puerto Rico. Al presente -2009- lo ocupan las oficinas de la Administración para el Cuidado y Desarrollo Integral de la Niñez, del Departamento de la familia.


En 1937 a petición del Dr. Adolfo de Hostos, como Director nombrado del proyecto, quedó constituida La Oficina del Índice Histórico de Puerto Rico, como un proyecto de la Puerto Rico Reconstruction Administration (P.R.R.A.)
(Tesauro de Datos Históricos de Puerto Rico, 1990, Tomo I, prólogo VIII). El 30 de abril de 1946 se promulgó la Ley Número 486, por virtud de la cual las oficinas del Historiador Oficial, del Archivo Histórico y del Índice Histórico de Puerto Rico se fusionaron como una sola entidad gubernamental. A esa nueva entidad, conocida como el Departamento de Historia de la Universidad de Puerto Rico, le fueron traspasadas las más de 300,000 fichas, que contienen el desglose en 110,000 entradas, la información histórica de Puerto Rico, contenida en más de 150 obras de historia. Material que se utilizó para la preparación del "Tesauro de Datos Históricos de Puerto Rico", proyecto que nació en la Oficina del Índice Histórico de Puerto Rico, bajo la dirección de Adolfo de Hostos, Historiador Oficial de Puerto Rico. (Tesauro de Datos Históricos de Puerto Rico, 1990, Tomo I, prefacio V, prólogo VIII y página 110)