Iglesia Luterana San Pablo

Celebra centenario la Iglesia Luterana
lunes, 13 de noviembre de 2000
 

El coro luterano entona cánticos de alabanza durante la celebración del centenario de la iglesia, ubicada a orillas del Atántico, en Puerta de Tierra (Foto El Vocero por Wilfredo García)


Ivis Negrón Pérez/El Vocero

El evangelio que ensalza la riqueza de fe y la generosidad de la viuda, a pesar de su pobreza material, sirvió de marco ayer para que la iglesia evangélica luterana, San Pablo, celebrara sus 100 años de misión en medio de una comunidad humilde de San Juan.

"Dios juzga nuestras ofrendas no por lo que damos, si no por lo que nos ha quedado después de la ofrenda", dijo el pastor Michael Domenech del Pilar a sus feligreses durante el Oficio Mayor del centenario de la primera iglesia luterana fundada en Puerto Rico. Cien años más tarde, la iglesia San Pablo es una de 26 templos de la comunidad luterana en la isla.

A su norte el océano Atlántico. Al sur toda una comunidad de Puerta de Tierra, principal razón para la existencia de la Iglesia San Pablo.
La función evangelística de esta iglesia luterana se unió a la necesidad de una labor social, que logró el progreso de sus feligreses, quienes a pesar de que abandonaron físicamente la comunidad de Puerta de Tierra, se han mantenido fieles a su núcleo religioso.

La Mayoría de los asiduos a la iglesia pertenecen varias generaciones de familias luteranas, que se han distinguido por su fidelidad y constancia, explicó Sarita Falcó, historiadora de la iglesia San Pablo.

"Desde los inicios se fijó que fuera a través de la educación a la comunidad que se pudiera atraer más personas al conocimiento de Dios", dijo Falcó. Cuando se fundó la iglesia San Pablo en 1900, a raíz del trabajo misionero de Gustav Swenson, se enfocó en la asistencia a los niños y las mujeres, explicó Falcó.

Los feligreses de la iglesia combinaron los servicios en la escuela bíblica con la educación a pre escolares en el "Head Start". Ambos servicios se mantiene hoy. Además, ofrecen apoyo a las reclusas de la cárcel de Vega Alta y al hogar de deambulantes Buen Pastor en Puerta de Tierra.

"Hoy la iglesia sigue aquí, frente al Atlántico, y la brisa continúa acariciándonos, para proclamar la fe en el poderío de Jesucristo", concluyó el pastor Domenech Pilar.