Sala de Instrumentos 1932

Galería del Museo 1

Galería del Museo 2


Antiguo
Weather Bureau

Actual Museo de la Guardia Nacional 

Negociado del Tiempo

El edificio que en la actualidad se utiliza como museo por la Guardia Nacional de Puerto Rico, albergó por un tiempo las instalaciones del U.S. Weather Bureau. La tarja en la fachada frontal manifiesta que el edificio actual fue construido en el 1930. El arquitecto, Albert B. Nicholson y el constructor Adrián Ocasio; siendo para aquel entonces el Dr. C. F. Malvin el director del Weather Bureau. 

El Negociado del Tiempo, rama de la administración federal, llegó a Puerto Rico en 1898 y era parte de un más amplio " West Indian Service", adscrito al Departamento de Agricultura. Fue inaugurado fundamentalmente con el fin de proteger los intereses marinos en estas aguas,  asegurando y difundiendo información relativa a la formación o existencia y el movimiento de la tormentas tropicales llamadas huracanes, el flagelo de las Indias Occidentales . Para lograr esto se requirió el establecimiento de doce o quince estaciones a un costo considerable, pero los resultados justificaron el gasto y el Congreso continuó proveyendo fondos para el mantenimiento del servicio.

Estas estaciones estaban a cargo de observadores entrenados y durante la temporada de huracanes - julio a octubre inclusive - observaciones meteorológicas se hacían por lo menos dos veces al día y uno de ellas , por lo general la observación de la mañana , era cableada con prontitud a la Oficina Central de Washington y de los informes combinados de todas estas estaciones el pronosticador era capaz de determinar si condiciones peligrosas amenazaban cualquier parte de la región cubierta por los informes,  formulando en  consecuencia las debidas advertencias . Los beneficios de este servicio no se limitaban a los intereses marítimos de los Estados Unidos y sus ciudadanos, sino que se extienden también a los intereses de todas las naciones. Los Estados Unidos no escatimaban ni dolores ni los gastos para proteger la vida y la propiedad, sin distinción de nacionalidad.

En sus comienzos el Negociado del Tiempo estuvo ubicado en la calle Allen num. 5 (hoy La Fortaleza) y sus instrumentos colocados en la azotea. En el 1912 la oficina entera se trasladó a una casa de madera en Puerta de Tierra. En 1930 se construyó un nuevo edificio en hormigón. El edificio fue destruido por el huracán San Felipe en septiembre de 1928. En 1930 se construyó un nuevo edificio en hormigón,  y utilizado por el Negociado del Tiempo de los EE.UU, bajo el Departamento de Agricultura.  

Al llevar a cabo este gran propósito el negociado difundía a las estaciones de las Indias Occidentales dos tipos de advertencias, y la dificultad por parte del público de distinguir claramente el significado de estos mensajes dió lugar a cierta confusión y alarma innecesaria. Los dos tipos de mensajes eran los " mensajes de advertencia " y " mensajes de alerta de tormenta. "

enviados regularmente a la estación central en San Juan. Estos observadores voluntarios junto con otros corresponsales de agricultura hacían informes semanales con relación a la situación de los cultivos y los intereses agrícolas en general. Estos informes proporcionaban el material para el boletín semanal de cultivos publicado en inglés y español por la oficina y eran distribuidos gratuitamente .

Los datos de precipitación y temperatura recogidos de 106 de estas estaciones de voluntarios se convertirían en el transcurso de los años en valiosos registros y una importante contribución a la meteorología en general, pues para entonces la climatología de Puerto Rico era muy poco conocida. La topografía de la isla es tal como para crear sorprendentes diferencias climáticas locales. Por ejemplo, la Isla por pequeña que sea, tiene un alcance en los extremos de precipitación ( es decir, la diferencia entre las cantidades de mayor y menor precipitación en lugares diferentes ) casi, si no tan grande, como la que se encuentra en el conjunto de los Estados Unidos. Estas diferencias son tan pronunciadas e importantes que no pueden ser ignoradas cuando se consideran las posibilidades agrícolas de la Isla y se deben tener en cuenta en todos los problemas relativos al riego 
y la construcción de carreteras. Cada localidad tiene sus propias peculiaridades y posibilidades y deben ser estudiadas de manera independiente con el fin de llegar a un plan de trabajo seguro sobre el que lanzar una nueva empresa.

En 1935, el sistema fue reorganizado y las oficinas locales se establecieron en Jacksonville, New Orleans, Boston y San Juan, Puerto Rico. Los vuelos de aviones y sistemas de comunicación más amplios proporcionaron mejores datos para la La Oficina Meteorológica, y las predicciones mejoraron. Para el 1940 pasó a ser una rama del Departamento de Comercio de los Estados Unidos de Norteamérica.


En la década de 1940, como la importancia de la aviación comercial creció y la demanda de la aviación por pronósticos del tiempo se incrementó, las oficinas del U.S. Weather Bureau se transladaron hacia los aereopuertos. Por lo tanto, en 1949, otra oficina fue establecida en Isla Grande, el aeropuerto comercial en ese momento, para suministrar información climática a la aviación y la oficina principal permaneció en Puerta de Tierra. Después de que el Aeropuerto Internacional Muñoz Marín fue construido en 1954, la oficina se trasladó de nuevo y permaneció allí durante casi 40 años. Hasta la década del 60 continuaron las observaciones meteorológicas en las instalaciones de Puerta de Tierra. El edificio original se encuentra todavía en el lugar y forma parte de las antiguas estructuras en San Juan protegidas por ley. Ahora se utiliza como museo por la Guardia Nacional de Puerto Rico.

Los mensajes de advertencia, en la opinión del pronosticador no eran de condiciones peligrosas y estaban destinadas principalmente para el beneficio de los navegantes que planearan salir del puerto. Debían ser considerados por el público sólo como materia de información, y no han de entenderse en el sentido de que se aproximara una tormenta . Cuando se presentan condiciones de inestabilidad, y no hay ninguna evidencia de la formación de un huracán, estos mensajes tenían como propósito inspirar la vigilancia por parte de los observadores en particular, y al público en general. Estas condiciones inestables a menudo desaparecen sin 
convertirse en algo serio. Después de que los huracanes se formaban y se iniciaba su carrera devastadora, estos mensajes se envíaban para tranquilizar y brindar información en los lugares exentos de peligro. Ninguna otra señal visible era desplegada.

Los mensajes de alerta de tormenta se emitían, a juicio del pronosticador, si un lugar sería probablemente visitado por condiciones peligrosas, y las señales de huracán - dos banderas rojas con el centros negros, colocados uno encima del otro - siempre se muestraban durante la recepción de uno de estos mensajes. Este mensaje era, por supuesto, para el público en general, y significaba que se consideraba conveniente prepararse para el mal tiempo. 

Para la distribución rápida y completa de estas advertencias en Puerto Rico, se contaba con la cooperación de la Oficina del Telégrafo Insular y la Policía Insular. La estación central de la isla estaba ubicada en San Juan, de la cual se diseminaban todos los mensajes. En caso de que la Isla estuviera amenazada por un huracán, los avisos eran enviados a todas las estaciones telegráficas y llevados por la policía a los lugares más remotos 
del interior. La señal de huracanes se muestraba en los siguientes lugares de la isla, a saber: San Juan, Fajardo, Humacao, Arroyo, Ponce, Guánica, Mayagüez, Aguadilla y Arecibo. 

Además de lo expuesto, la oficina mantenía un servicio "Climate and Crop " para la Isla de Puerto Rico, similar en sus objetivos y operaciones de la desarrollada en cada uno de los estados de la Unión. Este trabajo requiere el establecimiento y mantenimiento de un buen número de estaciones de voluntarios de observación a través de la isla. En el 1903 habían treinta y cinco (5) de estas estaciones bien distribuidas en la isla, cada una  equipada con instrumentos normativos - un termómetro de temperatura máxima y mínima y un medidor de lluvia - y en las cuales las observaciones se hacen a diario y los informes 

Museo de la Guardia Nacional

Según Maritza Segarra, encargada del museo "Es una lástima que una parte tan importante de nuestra historia militar esté pasando al olvido. No solamente es el olvido uno de los enemigos más grandes de la historia, sino que este nos lleva también a la mala interpretación de datos, a la confusión de hechos y a la tergiversación de eventos"

"Puerto Rico tiene una larga y amplia tradición militar. En este bagaje militar, el puertorriqueño no se quedó al margen de los hechos histórico-militares, sino que tomó parte activa, determinada y heróica en todos los hechos de armas. Los objetos y documentos que en esta Sala Principal se exponen ilustran el desarrollo de la actividad militar en Puerto Rico y los constantes esfuerzos realizados durante cuatro siglos para defender la Isla de la invasión extranjera".

"La tradición mas antigua y tan gloriosa que nos legaron nuestros antepasados, que a través de los siglos, nos han dejado una triple herencia:  El Amor al Ejercicio de las Armas, el Orgullo que nos hace crecer ante la adversidad en los momentos críticos y la arrogancia y altivez que en un momento dado, nos hace echar por la borda toda la lastre de timidez y prudencia que todo ser humano lleva por dentro, para jugarnos la vida por Dios, por la Patria, y por Dama".

 "Esa es la Guardia Nacional de Puerto Rico.  Esa es nuestra tradición.  Tan bella, que nuestro empeño de no hacerla desmerecer ni sufrir menoscabo, nos hace ser la mejor de todos los Estados Unidos".

"Si esta aportación a nuestra historiografía militar logra contribuir en algo a difundir el conocimiento de nuestros heróicos militares, nos sentiremos satisfechos de no haber malgastado el tiempo que fue empleado para ser lo que hoy en día es el del Museo de la Guardia Nacional Pda 3 1/2. No solamente en las investigaciones que necesariamente preceden a todo trabajo de esta índole, sino en estudiar, analizar y ordenar los materiales".
"A todas a aquellas personas que de una forma han colaborado y contribuido con lo que hoy en dia es el Museo de la Guardia Nacional, gracias y este legado no debemos de destruirlo".
Fuentes:
- Charles Hartzell, Secretary of Porto Rico, Register of Porto
  Rico for 1903, Press of Lou 18 E. Tuzo & Company, 1903. 
- The Daily News, Virgin Islands, Friday, July 7, 1961.

 

 

Vista de una de las salas de exhibición del desaparecido Museo Histórico de la Guardia nacional, fundado por el General Luis Raúl Esteves. Este museo contaba con miles de objetos, todos de interesante valor histórico, entre los que figuraban cañones de las viejas fortificaciones españolas y otros objetos de gran significado en la vida militar de Puerto Rico.

Antiguo Museo de Historia Militar de Puerto Rico.
 Estuvo ubicado en el ala sur de los cuarteles de la Guardia Nacional, frente a la Avenida Ponce de León.

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