Biografías

Antonia Pantoja Acosta   


  Nació el 13 de junio de 1922 en Puerta de Tierra, San Juan, Puerto Rico. Hija de Alejandrina Pantoja Acosta y un padre desconocido. Debido a las circunstancias de su nacimiento posteriormente fue reconocida como hija de sus abuelos, Conrado Pantoja Santos y Luisa Acosta Rivera, quienes se tomaron la libertad de radicar un segundo certificado de nacimiento y en el cual registraron la fecha como el 13 de septiembre de 1921. Se convirtió en una figura política líder en New York para los años 1960-1970.   Fue educadora y defensora de los derechos civiles.  Fue la fundadora de ASPIRA. 

  La educación fue la clave para Antonia Pantoja poder escapar de su niñez de pobreza en los arrabales de San Juan y por eso es el don que hace entrega a todos los niños cuyas vidas ha tocado durante más de medio siglo como maestra y activista en Puerto Rico y Nueva York.
Su familia se mudó posteriormente a Barrio Obrero, una comunidad de trabajadores en las afueras de San Juan. Aunque su madre no iba a estar totalmente ausente en su vida, fueron sus abuelos, y hasta cierto punto su extendida familia, quienes sirvieron como sus principales cuidadores y le proporcionaron algunos de sus recuerdos más formativos.  Después de la muerte de su abuelo en 1930, un trabajador diestro y dirigente sindical de la American Tobacco Company, Antonia y su familia sufrieron mucha pobreza y enfrentaron grandes dificultades económicas que dejaron una profunda impresión en ella, contribuyendo a la formación de su carácter y conciencia social. La niñez y juventud de Antonia Pantoja en las décadas de los años 20 y 30 se caracterizaron por el hambre, enfermedad y necesidad. Comentaba sobre las veces en que tomaba agua con azúcar y un pedazo de pan antes de irse a la cama porque "cuando el estómago se despierta, uno ya está dormido y no siente el hambre".

  Estudio sus grados primarios en San Juan y en 1936 asistió a la Escuela Superior Central en Santurce. Durante su primer año el “La Central” contagió tuberculosis por lo que la mandaron tres meses a un sanatorio, siendo esto presagio de los males respiratorios que sufriría durante toda su vida. Luego de graduarse de escuela superior en 1940, y gracias a la ayuda ofrecida por algunos de sus vecinos pudientes, asistió a la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras donde en 1942 obtuvo un diploma de la Normal School.  Esto la certificó para impartir clases en el sistema escolar de la Isla. Como resultado de su propia solicitud su primera asignación como maestra fue en un pueblo de la montaña llamado Cuchilla 4 donde impartió clases a los grados primero, segundo y tercero. Sus designaciones subsiguientes incluyeron la docencia en un programa experimental para estudiantes mayores en la Segunda Unidad Padilla y en una escuela intermedia de Toa Alta. Durante su tiempo como maestra en el campo de Puerto Rico, fue calurosamente bienvenida en las familias de los estudiantes. Muy pronto se percata del importante papel de liderazgo que un profesor lleva a cabo en la comunidad. Al mismo tiempo, se esforzó 
con las políticas adoptadas por la americanización del Departamento de Educación. Ella específicamente se opuso al énfasis en la enseñanza del idioma Inglés-un mandato gubernamental para todas las escuelas públicas antes de 1948-que parecía fuera de lugar en la zona rural de Puerto Rico (Osuna, 1975). Durante esos años Pantoja había asumido la carga de mantener a su madre y sus hermanos(as) ya que era el único sostén
económico de su familia.
En el año 1942, obtuvo  un certificado de maestra. 

En 1944 decidió emigrar a New York junto a una amiga, debido a la precaria situación económica  que embargaba a Puerto Rico durante la II Guerra Mundial. Para entonces se necesitaba una autorización especial del Ejército de los Estados Unidos de Norte América para viajar fuera de la Isla. Logró obtener el permiso a través de la Colombia University, como estudiante de dicha institución. Consiguieron pasajes en el barco S.S. Florida para el 13 de noviembre de 1944, partiendo desde el muelle núm. 8 de la Waterman. Llegaron a Nueva Orleáns y de ahí siguieron por tren su viaje a Nueva York. Al llegar a New York no pudo ejercer allí como maestra y se consiguió un empleo en el cual se desempeñaba como soldadora en una factoría en tiempos de guerra.  Mientras trabajaba en la factoría se enfrentó a la violenta experiencia del racismo y discrimen que había en los Estados Unidos en contra de los puertorriqueños y la falta de conocimientos y poder político que tenía la gente para enfrentar estos y otros retos en los Estados Unidos.  Se convirtió en activista en la factoría, proveyendo información a otros trabajadores acerca de sus derechos  y sobre la manera de organizar una unión.  

Luego, tomó un trabajo pintando figuras de animales en las lámparas en una fábrica, y más tarde se convirtió en una diseñadora en la misma empresa. Fue en la fábrica de lámparas que Pantoja conoció a Reba Josephs quien fue una figura clave en la iniciación de la nueva fase de su vida. A través de Josephs, Pantoja se involucró en un ambiente de artistas y diseñadores, principalmente mujeres, lo que ayudó en gran medida a ampliar su conocimiento del arte, la política, la música, la filosofía y la literatura. Se mudó a vivir con muchas de estas personas en un apartamento ubicado en el quinto piso de una casa comunal de una iglesia ortodoxa griega en la calle Houston en las afueras de Greenwich Village. Al atraer a una amplia gama de artistas, escritores e intelectuales, el apartamento era un punto focal de actividad que introdujo a Pantoja a Nueva York y su mundo de ideas, un agudo contraste con su vida en el Barrio Obrero y las costumbres sociales y las restricciones necesarias de la isla . 


 
Después de unos años en Greenwich Village, Pantoja y su compañera de piso Helen Lehew decidieron actuar por su cuenta y buscar un apartamento. Eventualmente localizaron uno en el Lower East Side de Manhattan, en el Baruch Place cerca de Houston y Rivington. Al mismo tiempo, Pantoja comenzó a trabajar como una trabajador de la juventud en la 110th Street Community Center donde tuvo mayor contacto con la comunidad local de Puerto Rico a través de sus entrevistas con los padres de los jóvenes en el Este de Harlem. Posteriormente, con el estímulo de sus compañeros de trabajo en el centro comunitario, Pantoja comenzó a asistir al Hunter College, con una beca, a fin de completar su título de bachillerato, y volvió a su trabajo como diseñador en la fábrica de lámparas en el ínterin. Fue en el Hunter College, donde Pantoja hizo más conexiones con los puertorriqueños nacidos en los Estados Unidos y donde comenzó a familiarizarse con lo que está en la vanguardia de sus preocupaciones. Al encontrarse alejada de otros grupos de estudiantes de la universidad, Pantoja tuvo la suerte de encontrar puertorriqueños con ideas afines que mostraban interés en reunirse para discutir los factores sociales determinantes de la experiencia puertorriqueña en Nueva York. Reuniendose inicialmente en la sala de Pantoja y más tarde en un espacio en el Good Neighbor Community Center de la calle 106, este grupo de personas, que incluía a Pantoja, los estudiantes del Hunter College Marta Valle, Maggie Miranda y Sandra Canino , así como los empleados del Migration Division of the Department of Labor of Puerto Rico, tales como Charlie Cuevas, José Morales y Pablo Caballero, discutieron cuestiones relativas a la representación de los puertorriqueños en los medios y las formas en que se perciben son estereotipados en la comunidad en general.

En 1952 obtuvo su grado universitario del Hunter College de la Universidad de la ciudad de Nueva York. Luego obtuvo una beca para estudiar en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Columbia, de donde se graduó con una Maestría en 1954. Evolucionando con el tiempo en la Hispanic Young Adult Association (Hyaa) en 1953, los jóvenes que se reunían con Pantoja estaban interesados en fomentar el liderazgo dentro de la comunidad puertorriqueña y en el apoyo a la creación de organizaciones que pudieran exponer sus necesidades y problemas específicos.
Estos fueron los años más formativos de su vida.   Pero dentro de algunos años, la mujer que se desempeñara como soldadura de piezas de filamentos para radios de submarinos, iba a subir para comenzar a soldar entre sí, las piezas de una sociedad fragmentada, una comunidad muy necesitada de liderato y visión. 


  En 1957, Pantojas fundó el  "Puerto Rican Forum", el cual sirvió como incubadora para el desarrollo
        de organizaciones y programas que promovieran la auto-suficiencia económica.  Dedicó todas sus energías a la organización de lo que es hoy día conocido como el  "National Puerto Rican Forum".  En 1961, también fundó ASPIRA, una organización sin fines de lucro, dedicada a estimular el mejoramiento educativo, la autoestima y la conciencia cultural y el desarrollo del liderazgo.  Hoy día, ASPIRA tiene oficinas en seis estados de los Estados Unidos y en Puerto Rico.  Esta organización ha provisto carreras universitarias, ayuda finaciera, consejería  para entrar al colegio y otro tipo de asistencia a más de 50,000 estudiantes latinos, quienes han escalado posiciones de gran prestigio en el gobierno de los Estados Unidos.  Entre ellos se mencionan:  Fernando Ferrer, pasado presidente del Bronx; Anthony Romero, director ejecutivo de la “American Civil Liberties Union”; Ninfa Segarra, Presidente de la Junta de Educación de New York; Aida Alvarez, directora de la “Small Business Administration” bajo la presidencia del Presidente Bill Clinton; Nelson A. Diaz,  el primer Procurador General de Puerto Rico en Filadelphia y  Jimmy Smits, actor puertorriqueño.  

 

Vídeo. Reseña sobre Antonia Pantoja (inglés)

    Pantoja sabía que los niños puertorriqueños no eran una prioridad de la Junta de Educación. En la década de 1960, innumerables informes se habían llevado a cabo y publicado por el Departamento de Educación, sin embargo, los servicios básicos para mejorar su experiencia educativa eran escasos. Estrategias probadas, como el entrenamiento de maestros puertorriqueños y proveer aulas bilingües, no se ejecutaron. En 1964, la Dra. Pantojas cambió su énfasis de los programas de  auto-ayuda a la reforma del sistema educativo y en 1967 sirvió en un comité convocado por el alcalde de la ciudad de Nueva York, John Lindsay, el cual recomendó la descentralización del sistema educativo.   En 1972, ASPIRA, bajo la dirección de la Dra. Pantoja, entabló un pleito por derechos civiles en el Tribunal Federal, en la cual se demandaba que la ciudad de Nueva York proveyera instrucciones en español en los salones de clases en un esfuerzo a favor de los estudiantes latinos.  ASPIRA ganó el pleito en 1974, el decreto resultante requirió a la Junta de Educación ofrecer programas de educación bilingüe de transición, vigilar y evaluar los programas. Para citar a Pantoja: "Luché contra el monstruo y gané." Cesar A. Perales del Puerto Rican Legal and Education Defense Fund subraya con razón la importancia de este caso en términos de la igualdad de oportunidades en los derechos lingüísticos y educativos. El impacto de este caso se mantiene hasta nuestros días. Al igual que la decisión en el histórico caso de Brown versus Board of Education sentó un precedente legal para el desmantelamiento de las leyes de Jim Crow en todos los segmentos de la sociedad, ASPIRA versus NYC Board of Education permitió el reconocimiento legal de los derechos lingüísticos y los servicios sociales.

     En 1970, la Dra. Pantojas estableció la  "Universidad Boricua", la cual es conocida ahora como  "Boricua University of Brooklyn and the Puerto Rican Research and Resources Center in Washington, D.C., la primera y única institución de estudios unversitarios bilingues en el país controlada por puertorriqueños. En 1973, obtuvo su doctorado en la  “Union Graduate School”  de Ohio. Perteneció a la  facultad de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de San Diego en 1978 y fundó además,  la "Graduate School for Community Development.

   Después de 1984, Pantojas se mudó a Puerto Rico. La obra y los intereses de la Doctora Pantoja se extienden además a cuestiones culturales, históricas, educativas y, más recientemente, al desarrollo económico comunitario. Como fundadora de PRODUCIR en 1985, ella se ha distinguido corno pionera del establecimiento de organizaciones dedicadas al desarrollo económico comunitario en Puerto Rico. Sus ideas han influido los conceptos y la práctica de una nueva generación de líderes comunitarios y de un nuevo movimiento comunitarista que ata la experiencia histórica de los puertorriqueños a las luchas sociales populares de los primeros años de la posguerra. La autogestión comunitaria en Puerto Rico tiene una deuda de gratitud con una luchadora ejemplar como lo es la Doctora Pantoja. También fundó Provivienda, organización que trabajaba para desarrollar vivienda para los necesitados. 

   En octubre del 1996, el Presidente de los Estados Unidos Bill Clinton le otorgó a la Doctora Antonia Pantoja la Medalla Presidencial de la Libertad (The Presidential Medal of Freedom), el honor máximo a un civil que otorga el gobierno de los Estados Unidos. Nadie en la comunidad puertorriqueña residente en Estados Unidos, donde ella trabajó por cuatro décadas, quedó , sorprendido. Nadie en Puerto Rico que hubiera estado en contacto con las luchas sociales y comunales en las últimas décadas podía sorprenderse tampoco. Fue la primera mujer puertorriqueña en recibir dicho galardón.  Solamente otros tres puertorriqueños lo lograron:  los gobernadores Luis Muñoz Marín y Luis Ferré y Sor Isolina Ferré.

  En 1999 interrumpió el trabajo en sus memorias para regresar a la ciudad de Nueva York para ayudar en una nueva iniciativa. Alarmada ante los informes de amenazas al sistema de educación bilingue en la ciudad — sistema que ella fue instrumental en crear — trabajó para crear conciencia sobre el valor de alentar y ayudar a los estudiantes a que logren pleno conocimiento de varios idiomas.

  La Dra. Pantoja se esmeró profundamente por la enseñanza del inglés a los estudiantes hispanos y aseguró que era injusto que si nosotros ya éramos bilingües priváramos a nuestros niños de lograrlo.  Hizo su aparición en un panel de discusión titulado "Latinas haciendo historia" en un hotel en Manhattan. Una mujer de baja estatura y poderosa voz, con actitud decidida, su rostro se mantiene inexpresivo -- excepto por sus periódicas erupciones de sonrisa.

  "Abogo porque nuestros hijos deben aprender inglés para ganarse la vida y porque es importante que tengan conocimiento del idioma de donde viven’, explica. Sin embargo, insiste que la total "inmersión" de los estudiantes de habla hispana en un ambiente de sólo inglés es "algo sumamente estúpido".

  "Si ya somos bilingues", pregunta, "?por qué deben nuestros hijos perder su idioma para hablar solamente el inglés?"
Señaló que era necesario que ellos aprendieran a comunicarse en los dos idiomas y “a llamar las cosas por su nombre”

 
Entre los numerosos premios y reconocimientos obtenidos por la Dra. Pantojas se mencionan los  siguientes: fue instalada en el Salón de la Fama del Hunter College,  recibió el Premio Herencia Hispánica (Hispanic Heritage Award), el Premio  Julia de Burgos de la Casa Cultural de Yale; recibió un Doctorado Honoris Causa de  la Universidad de Connecticut; un Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Massachusetts; un Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Puerto Rico y un por éxito profesional del Hunter College.

  Pantoja rompería las barreras tradicionales de género durante toda su vida. En el proceso, crearía nuevas pautas para las mujeres y fomentaría una mayor comprensión de lo que individuos, heterosexuales o gay, casados o solteros, podían lograr.

    Pantoja publicó su autobiografía, la cual tituló "Memoir of a Visionary, Antonia Pantojas". La Dra. Antonia Pantojas murió de cáncer, en el Centro Médico Cabrini  en Manhattan, New York el 24 de mayo de 2002.

Fuentes
-Pantoja Antonia, Memoir of a Visionary, Arte Publico Press , 2002
-ASPIRA, Inc. de Puerto Rico
-Archives of  the Puerto Rican Diaspora Centro de Estudios Puertorriqueños Hunter College, CUNY
-Puerto Rico Perfil: Dra. Antonia Pantoja, The Puerto Rico Herald, 17 de noviembre de 2000.
-Vicky L. Ruiz y Virginia Sánchez Korrol, Pantoja Antonia, Latinas in the United States: a historical  enciclopedia
 Bloomington, Indiana University Press, 2006 vol. 2 pág. 557.
-Vídeo, Antonia Pantoja: Presente, distribuido por Women Make Movies, 462 Broadway, New York, NY
 Produced   by VOCES Public Broadcast Television 2009
-Osuna, Juan José. 1975. A History of Education in Puerto Rico. New York: Arno Press
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