Biografías

 

Mario César Miranda Torres

Por Bibiana Hernández Suárez

 

 
Puerta de Tierra es un barrio cuya gente se caracteriza por ser alegre, sencilla y trabajadora. Y un ejemplo de ello lo es el Pastor y Doctor Mario César Miranda III.

Mario nació por comadrona, el 12 de agosto de 1934 en el número 83 de la calle San Agustín, la parada 3 del barrio de Puerta de Tierra. Fueron sus padres Mario César Miranda Soto, e Isabel Torres Báez, ambos naturales de Puerta de Tierra. Luego la familia se mudó al número 212 de la misma calle, al frente del Restaurante Yapur.

Mario estudió, al igual que su padre, en las escuelas Brumbaugh, Barbosa y Central High. Fue el primer honor en las graduaciones de Escuela Intermedia y Superior. Estudió en la Universidad de Puerto Rico recinto de Río Piedras, graduado Magna Cum Laude. Deseaba ser maestro de ciencias o matemáticas, pero prefirió la carrera de Medicina. Se graduó en la quinta clase de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico (Medicina Tropical), la cual se encontraba ubicada para esos años en Puerta de Tierra. 

Ingresó en el programa de Medicina Militar del US Navy en 1956. En los años 50, el servicio militar era obligatorio, y Mario lo realizó como médico estudiante del Navy y procedió a cumplir con sus deberes militares al graduarse. Realizó el internado en St. Albans Naval Hospital, Long Island, Nueva York y trabajó en las bases navales de Great Lakes, Illinois. Esta trayectoria la realizó acompañado por su esposa, Laura Peterson, natural de Puerta de Tierra también y hermana en la fe luterana. Fueron padres de dos parejas de gemelos y de un hijo de crianza. Tuvieron quince nietos y diez bisnietos. Mario regresó con su familia a Puerto Rico, estacionado en la base Roosevelt Roads hasta su licenciamiento como militar activo en 1964. Prosiguió su carrera militar en la Reserva Naval. Es retirado de la Marina con el rango de CAPT/USNR desde 1994.

Mario realizó su especialidad en Medicina Interna en el Hospital de Veteranos de San Juan. A los cuarenta y cinco años, ante el llamado del Señor a servirle, fue a estudiar para Pastor al Seminario Evangélico donde obtuvo el grado de Maestría en Divinidad Summa Cum Laude. Sirvió como Pastor de parroquia, como Profesor Visitante de Teología en la Lutheran School of Theology de Chicago y, al enviudar en el 2008, fue enviado como Pastor misionero a Nairobi, Kenia, en África, donde estuvo por cinco meses. Fue además Pastor de la misma Iglesia Evangélica Luterana San Pablo en Puerta de Tierra donde tanto aprendió y disfrutó. 

Al regresar de África, luego de nueve años de viudez, contrajo segundas nupcias con otra joven líder luterana, Mayra Cora Camacho, oriunda del barrio Juan Domingo de Guaynabo. Hoy Mario es internista en práctica privada y a sus 89 años todavía continúa trabajando con pacientes hospitalizados.

Cuando se le preguntó a Mario qué significa Puerta de Tierra para él, indicó: “Paso por el barrio de vez en cuando. Soy nacido y criado en Puerta de Tierra y el cariño de la gente es mi mejor recuerdo. Te hacen sentir que todo el mundo te quiere. Recuerdo muchas otras cosas, pero sobre todo mi vida escolar, mis maestras, Miss Orta, Miss Negroni, Miss Santana, Miss Leavitt, Miss Rivera, todas tremendas maestras. En esos tiempos la educación era sencilla pero intensa, las maestras hacían que nos interesáramos en los estudios y que fuera importante para nosotros aprender. Estudié con Tuto Marchand y fuimos amigos de toda la vida. Había bullying contra los estudiantes destacados. Hoy me río cuando recuerdo que me decían “seso hueco” porque era bajito y cabezón. Recuerdo la Iglesia Luterana San Pablo en la que fui líder juvenil. Los jóvenes íbamos a Bajamar en actividades de la iglesia; asábamos hot dogs y marshmellows, la pasábamos muy bien, sin vicios ni malicia. Eran tiempos hermosos. Ya no se puede bajar a Bajamar como lo hacíamos antes directamente desde el frente de la Iglesia hacia abajo porque el barranco es muy empinado”. 

Manteniendo intacta su simpatía, laboriosidad y ganas de vivir a través de su vida, el Pastor y Doctor Mario César Miranda continúa recordando y enorgulleciendo a su barrio como profesional, como hombre de Dios, y como puertaterrense.