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Noticias 1921

 

  

           
Viernes 4 de marzo de 1921

La manifestación unionista de ayer
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EL INCIDENTE DE PUERTA DE TIERRA. ALGUNOS HERIDOS
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Para saludar y festejar la llegada del señor Barceló, como en otro lugar decimos, se congregaron en el muelle número 1, dos o tres mil unionistas ardientes simpatizadores del líder y del ideal independentista.

Después de tributarle el homenaje descrito, al bajar del barco el señor Barceló y de pronunciar las breves frases que éste dirigió a las multitudes que llenas de un ardiente entusiasmo le aclamaban, el líder, unionista partió en auto hacia su hogar, acompañado de su señora esposa y de sus amigos políticos más allegados.

Pero los unionistas congregados en los alrededores del muelle, agitando banderas portorriqueñas y dando vivas a la independencia y a Puerto Rico, deseando seguir en manifestación hasta la casa del líder que acababa de llegar de los Estados Unidos, para demostrarle al Gobernador—según decían—, que Barceló no era un jefe sin ejército, como había dicho en sus discursos alrededor de la isla, empezó a desfilar con rumbo a Santurce, en nutrido grupo, todos dando hurras extentóreos y agitando en el aire la bandera de la estrella solitaria.

El teniente de la Policía insular, señor López de Azúa, que se hallaba acompañado de otros dos policías montados, a la entrada del muelle desde el arribo del barco, trató de evitar que tal manifestación tuviera efecto; pero la juventud ansiosa de llegar hasta donde se hallaba el líder, le persuadió para que dejara en marcha a los manifestantes, entre ellos algunos elementos prestigiosos del Partido, dirigidos por el Representante a la Cámara señor Tizol.

Así, pues, la manifestación siguió su camino, en medio de un gran entusiasmo. El teniente López de Azúa señaló desde su caballo a los manifestantes la calle del Comercio, como el sitio por donde debían seguir, y aquellos obedecieron la orden, marchando por allí, para no encontrarse en su camino con la otra manifestación pro-americana.

Al llegar a la parada 3, Plaza de la Lealtad, el teniente López de Azúa se detuvo, instando a los manifestantes a que se disolvieran en el acto; pero éstos le dijeron que querían ir a la casa de Barceló, al Condado, que los dejara marchar hasta allí. El teniente se negó varias veces y se entabló una discusión entre él, sus agentes y los directores del gentío en marcha. Pero López de Azúa, párese que no se hallaba dispuesto a transigir más y sacó su revólver, imitándole un policía a sus órdenes: Los manifestantes entonces le gritaban: dispara, dispara! Y un grupo más arrojado siguió adelante la marcha, siguiéndole los demás. Desde allí entonces el teniente ordenó á un subalterno que fuera en busca de refuerzos. Y ya la manifestación por la parada 4 y media, llegaron como doce guardias, unos a pie y otros a caballo. En esos instantes detuvo el suyo López de Azúa, llamó a la policía que llegaba en su auxilio, y parándose amenazante frente a los manifestantes, sacó de nuevo su revólver, en lo cual le imitaron los demás subalternos y apuntando al pueblo gritó: ¡Vamos a ver ahora si me van a obedecer! ¡Guardias, disuelvan esa manifestación!. ... Y comenzó el lanzamiento de caballos contra el pueblo, y el reparto de macanazos a granel . Los manifestantes se pusieron en movimiento y se armó una confusión fenomenal. Del motín resultaron heridos los siguientes ciudadanos, que fueron asistidos en la Sala de Socorros de Puerta de Tierra por el practicante señor Nicolás Sevilla.

Justino Oquendo, contratista, que vive en la calle del Sol No. 101, San Juan, de una fuerte contusión en el tercio superior, parte externa del antebrazo derecho; Plácido González, de oficio barbero, que vive en la calle de San Sebastián No. 14, presenta también una fuerte contusión en el hombro izquierdo y otra en la región cervical. Estas contusiones fueran calificadas de leves, salvo alguna complicación.

Santos Canales, bracero, que vive en Santurce, en la calle San Juan No. 10, presenta una herida contusa de 5 centímetros de longitud en la región esferoide, interesando el periostio del hueso. Esta es de pronóstico reservado, por lo que hubo necesidad de pasarlo al hospital. Los otros dos se trasladaron a sus casas.

Los policías que tomaron parte en este suceso, son: Enrique Lasatílle, Guillermo Soldevilla, Isabel Matrero, Francisco Ocasio, Antonio Santiago Alvarado, Domingo LugoToro, Víctor Emanuelle, Juan M. Candelario y el teniente López de Azúa.

Por fortuna, debido a que entre los manifestantes no salió ninguna arma a relucir, no se registraron ulteriores incidentes, que en estos instantes daríamos que lamentar.