“¡Santa! ¡Santa!”, gritaron a coro cuando apareció el adorado personaje. (Luis Alcalá el Olmo)

Llega la alegría a Casa Cuna 


Lunes, 26 de diciembre de 2016 
 
Por Alejandra M. Jover Tovar
 

Los obsequios y artículos de primera necesidad fueron recolectados por empleados de la mansión 


¡Ho-ho-ho!

Entraron agarrando las manos de sus cuidadoras. Las nenas con sus moñitos y lazos navideños; los chiquillos bien peinaditos. Todos vestidos en mahones y camisas rojas, miraban con los ojos desorbitados dos grandes mesas cargadas de regalos, rodeadas de bolsas y cajas y aquí y allá alguna bicicleta prometía alegrías y ejercicio a un afortunado dueño.
 
La espera, agraciadamente, no fue larga. Luego de entrar al salón con la alcaldesa Carmen Yulín Cruz a la cabeza y de ubicarse en sus respectivas sillas (seguidos por los bebitos en un gran coche que asemeja un trencito) los 25 chiquitos esperaban ansiosos y llamaban a Santa Claus. Y del pasillo, se oyó el “¡ho-ho-ho!” tan peculiar que brincaron de sus asientos.

“¡Santa! ¡Santa!”, gritaron a coro cuando apareció el adorado personaje. Unos reían, otros lloraban de susto, pero todos sabían que llegó la Navidad y consigo la alegría de recibir sus regalitos.

Cruz estaba que no cabía de gozo, acompañada por empleados municipales, los voluntarios y empleados del albergue Casa Cuna de San Juan y entregando, cual duende, cada paquete mientras Santa Claus iba llamando a los menores. Sus caritas brillaban cuando sonaban sus nombres y mucho corrieron y se lanzaron a los brazos de Santa, mientras otros, más tímidos, iban con sus cuidadoras y miraban alrededor con sospecha, hasta que les hacían entrega de su regalo. De ahí, pasaban del ceño fruncido a la sonrisa y a romper envolturas.
La alcaldesa les recordaba que usaran sus cascos a los que recibieron bicicletas y ayudaba a algunos a abrir sus enormes paquetes, a veces hasta más grandes que sus dueños. Las risas no faltaban y los “ohhh” y “aaahhh” de sorpresa llenaban el aire. 

“Nos dimos cuenta de que había mucha actividad antes de Navidad pero el 25 pasaba sin pena ni gloria. Entonces nos dimos cuenta que había necesidad de pasar la Navidad con esta familia, igual que el Día de Reyes”, recalcó Cruz. 

Según la alcaldesa, los regalos repartidos ayer en la mañana provienen de los directores del Municipio, voluntarios, empleados, la Policía y Manejo de Emergencias municipal, quienes reciben una lista de los menores y van armando sus pedidos, según las cartitas que le enviaron a Santa. 

“Poco a poco van escogiendo un niño, no se les dice el nombre sino las características y escogen y van comprando los regalos. La mayoría de los paquetes llegan aquí de antemano y se preparan”, comentó Cruz.
Cada bolsa traía alegría y para muchos la emoción era demasiada; arrastraban su botín navideño hacia su silla y se olvidaban del mundo, jugando mientras comían galletas.

Al final de la entrega, Cruz le dio un abrazo a Santa, agradecida, mientras los menores disfrutaban de un almuerzo de pizza y comparaban sus juguetes, inmersos en la tradición del día.
Sin embargo, acostumbrados como están a compartir y jugar entre ellos, no faltaron los detalles de solidaridad: una de las más grandecitas aprovechó uno de sus regalos -un set de maquillaje infantil- para pintarse y arreglarle las uñas a sus cuidadoras. Otro menor trataba de sacarle melodías a una flauta o tocaba un tambor, feliz con sus instrumentos musicales. ¡Y las muñecas que pasaban de mano en mano! Todos admiraban sus regalos, algunos “defendiendo territorio” pero al final mostrando sus nuevos juguetes a todos.

No faltaron bebés, cocinitas, cajas de carritos de carrera o juegos de los personajes infantiles más queridos, aparte de que cada menor recibió una Mochila de Amor, llena a desbordar de ropa y otros accesorios necesarios para el diario vivir.

Nadie se quedó sin regalo. Mientras había nenas cantando la canción de la película animada “Frozen” y varoncitos jugando con sus Batman y Spider-Man, lo más humilde era celebrado con gozo. Y es que estos menores, bajo la custodia del Departamento de la Familia, ayer vieron otro de sus sueños hechos realidad: rodeados de amiguitos, de sus cuidadoras y en un ambiente seguro, llegó la Navidad que tanto desearon y, por un momento, cualquier tristeza quedó atrás. Ayer era su día, rodeados de amor y protección.