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La Legislatura recuerda a militares caídos

lunes, 28 de mayo de 2018 
 
Por Leysa Caro González/El Nuevo Día

Se develó una tarja en honor a los soldados fallecidos en el accidente aéreo en Georgia

 

En medio de reclamos por una explicación sobre lo que ocasionó el accidente aéreo en el que murieron nueve militares puertorriqueños, la Asamblea Legislativa reconoció ayer la vida y el sacrificio de los soldados miembros de la Guardia Nacional fallecidos el pasado 2 de mayo.

A su vez, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, cuestionó el que los militares hayan sido enviados a volar en un avión de 60 años que, a su juicio, debió haber sido “una pieza de museo”. “La fuerza militar nos debe una explicación y saber qué ocurrió con estos puertorriqueños”, indicó el líder legislativo.

“La flota de los gobiernos que son para propósitos civiles, normalmente la vida útil no se extiende por tanto tiempo y por más que se le ofrezca mantenimiento, que se trate de reconstruir o mejorar, un equipo que tiene 60 años, sin lugar a duda, es un equipo que no está en condiciones para nada”, insistió Rivera Schatz.

Las expresiones del presidente del Senado se dieron durante la celebración de un acto conmemorativo convocado por la Asamblea Legislativa en el que se reconoció a los nueve militares y al sargento Emil Rivera López, de 31 años, quien murió en agosto pasado al estrellarse el helicóptero en el que viajaba a unas 12 millas de la costa de Yemen.

“Su liderazgo y pericia en los momentos de las dificultades contribuyeron a salvar las vidas de los cinco tripulantes que lo acompañaban en esa misión”, dijo Rivera Schatz sobre Rivera López.

Durante la ceremonia, efectuada en la Plaza de la Recordación, en el lado sur del Capitolio, se develó una tarja con los nombres de los nueve soldados fallecidos en el accidente aéreo en Savannah, Georgia: José Román Rosado, Carlos Pérez Serra, Jan Paravisini, Jean Audriffred, Mario Braña, Víctor Colón, Eric Circuns, Roberto Espada y David Albandoz.

Los nombres fueron también colocados en el Monumento de la Recordación.

Al momento del accidente, el avión, adscrito a la Guardia Nacional Aérea, iba camino a ser decomisado en la ciudad de Tucson, Arizona, confirmó entonces el ayudante general Isabelo Rivera Negrón, quien también habría asegurado que la nave había tenido el visto bueno de los oficiales del Ejército estadounidense en Georgia para volar.

“Los puertorriqueños participamos de los conflictos bélicos de los Estados Unidos a partir de la Primera Guerra Mundial y cerca de 1,300 de nosotros han perdido la vida en servicio a la nación”, recordó Rivera Negrón.

Ayer, la ceremonia cobró otro matiz ante la cercanía de la tragedia ocurrida. Familiares de los militares recibieron una pieza conmemorativa.

“No es fácil articular palabras, máxime cuando uno conoce el desgarrador dolor cuando llega la noticia de que ese ser querido ha pasado a mejor vida abruptamente”, señaló el presidente de la Cámara, Carlos “Johnny” Méndez.

El coronel Raymond Figueroa, en representación de los familiares de los nueve militares, destacó que el mejor homenajes hacia sus compañeros es continuar con la misión de la unidad.

“Sí vendrán cosas buenas y una de ellas es seguir trabajando en comunidad... los vamos a recordar por siempre en nuestros corazones”, señaló Figueroa.

El ingeniero Carlos López, por su parte, habló en nombre de los progenitores de Rivera López. “Si Emil estuviera aquí, diría que tenemos que continuar con el mayor reto que tenemos: el reto de servir a Dios, servirle a nuestra patria y servirle a nuestra familia”, dijo.

Seguirá la lucha

Ambos líderes legislativos indicaron que persistirán en la lucha por alcanzar los mismos derechos para los veteranos y los familiares de militares puertorriqueños residentes en la isla.

“Servimos y no nos reconocen de igual a igual y creo que es el momento que la nación resuelva este trato desigual hacia los que vestimos uniforme”, reconoció el general Rivera Negrón.

Por años, los veteranos han expresado falta de médicos especialistas, espacios limitados para hospitalizaciones y servicios de salud mental, ausencia de un centro de traumas, largas listas de espera para obtener citas médicas y poca accesibilidad para los veteranos que residen en zonas rurales.