Protegiendo nuestro legado


Martes, 17 de febrero de 2015

Por José L. Bolívar Fresneda/elnuevodia.com 

El orgullo y respecto por nuestra arquitectura, ingeniería, cultura e historia deberían forjarse como parte integral del currículo educativo. Así, podremos moldear una generación de jóvenes puertorriqueños a valorar y proteger este preciado legado. Con esto en mente, la Fundación por la Arquitectura, con el auspicio de la Fundación Puertorriqueña por las Humanidades, preparó 41 fichas digitales de los hitos arquitectónicos de mayor relieve en San Juan y 
Santurce para incorporarse al currículo de las escuelas en estas localidades. 

Este proyecto impactaría a los 10,000 estudiantes que a ellas asisten. La información contenida en cada ficha fue investigada y redactada por la reconocida arqueóloga e historiadora Aida Belén Rivera. Cada una es ilustrada con múltiples fotos, tanto históricas como de la actualidad. Se incluye información sobre el significado del edificio investigado, “una nota curiosa” y su contexto urbano. 

Todas las fichas se presentan con un diseño sencillo, elegante e uniforme, lo cual las hace muy amena, hasta para los estudiantes que muchas veces comentan que estos temas son “aburridos”. Así, aprenderemos todos –a través de la página de la Fundación- que los primeros lienzos de la muralla de San Juan se construyeron para la defensa de la residencia de la familia de los Ponce, y que el primer edificio institucional construido en el sector extramuros fue la San Juan School No. 1, hoy José Julián Acosta, especializada en teatro. También, que para el desarrollo del Viejo San Juan se realineó la Carretera Central (hoy, Ponce de León) y que más tarde se construyó la avenida Muñoz Rivera como complemento. 

Para incorporar estas fichas a los currículos, la Fundación y el Departamento de Educación han diseñado y ofrecerán talleres a los directores de escuela para que estos orienten a sus maestros. 

En los currículos incorporará un proyecto final usando estos nuevos materiales. También se imprimirán 10,000 opúsculos con un resumen del material que se encuentra digitalizado, de modo que los estudiantes puedan usar y compartir esta información con sus padres, familiares y amistades. Uno de los resultados esperados de este esfuerzo es reconocer la importancia del entorno que nos rodea y que a diario ignoramos. 

Así, cada ficha incluye un mapa con la localización del edificio que se ha investigado. En muchos casos el mapa incorpora múltiples edificaciones, de modo que se puedan apreciar tanto la edificación como sus alrededores. 

Si compartimos nuestros conocimientos y experiencias con los jóvenes talentosos de nuestro país, podremos recobrar el brío por el cual se distinguía Puerto Rico.