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Jorge Rodríguez, EL VOCERO 20/08/2018 
En lo que caracteriza como una versión de la Antígona, de Sófocles, donde el tirano no dejó que se enterraran a los muertos, el maestro Antonio Martorell inaugura este jueves en el Taller de Fotoperiodismo en Puerta de Tierra, la exposición ¿Qúeslaque? Es que la…, con su usual pléyade de imalabras.
“Este título tiene triple sentido porque quiere decir esquela refiriéndose a la mortuoria, pero también hace alusión al ELA (Estado Libre Asociado), que es lo mismo. Entonces lo hago en respuesta a las muertes negadas, apuntado a este ocultamiento de la verdad y evidenciando que los muertos cuentan”, subrayó en entrevista con EL VOCERO el artista.
“Volviendo a múltiples sentidos, no solo numéricamente sino que tienen una historia, que juntas hacen la colectiva, que es nuestra historia. Cuando se niega la muerte, se está negando la vida”, añadió Martorell.
En la técnica utilizada para esta muestra, el artista recogió esquelas del periódico y las trabajó de tal modo, que son ilegibles tantos los difuntos como los dolientes.
“Han convertido a Puerto Rico en una Antígona porque nos han privado de enterrar a nuestros muertos. Toda la exhibición es una instalación que le presta imagen y palabra a esas muertes borradas”, agregó.
En los monitores televisivos se presentará un vídeo sobre el proceso de realización de esta propuesta, que ha sido lento, pero grato. En esta ocasión, trabajó sobre unos fieltros negros haciéndoles collages, dibujos y pinturas, utilizando impresiones de las esquelas tachadas.
“Al entrar a la sala principal, como pieza focal se verá un inmenso mapa de Puerto Rico configurado por las esquelas mortuorias clavadas, tachadas, manchadas. De tal modo que se hace ilegible. No se identifica al muerto ni los deudos, ni dónde y cuándo pasó todo, porque murieron, como ha hecho este gobierno impuesto por la Junta. Además hay otras imágenes, esquelas de diversos modos jugando con las palabras. Una pieza puede que se titule Esquela-estela y es como un mapa del cielo, donde los pedazos rotos de esquela configuran una especie de galaxia. Otra pieza es Esquela-esquina, esquela-escombro y así”, adelantó.
Habrá una lluvia de esquelas, libros y un taller interactivo al final con unas mesas donde la gente puede hacer sus esquelas y llevar fotos de sus muertos y dejarlas en la pared.
Martorell estuvo recientemente en Washington, donde participó en la Bienal de la Asociación de Estudios Latinos con la conferencia Age and Dissent, en la cual expuso su tesis de Veveviejo, donde ilustra las afinidades entre la primera etapa y la más reciente de su vida.
“Ahí compartimos vulnerabilidad y dependencia, muy pertinente a este país nuestro que se ha hecho viejo sin llegar a la adultez”, contó.
En septiembre regresará al Museo de Arte de Bayamón con la segunda parte de A Restos, una instalación donde se devuelve al árbol pedazos de madera, de muebles impresos, con una totalidad de piezas grandes que van de piso a techo en la sala de exposiciones temporales del museo. Es una instalación gráfica con impresiones de madera sobre fieltro en los árboles, que van desde su concepción, vida, pasión, muerte y resurrección. Esta instalación fue visitada por más de 120 mil visitantes contabilizados.
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