Túnel en el Castillo San Cristóbal. 

Refugios subterráneos


Tomado de:
La economía de Puerto Rico durante la Segunda guerra Mundial 
¿Capitalismo estatal o economía militar?
José L. Bolivar Fresneda


A raíz del ataque aéreo por la armada japonesa a la base estadounidense de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, la posibilidad de un ataque similar a Puerto Rico donde existían un gran número de instalaciones militares, se consideraba seria. Para ese entonces, Puerto Rico no contaba con medios de protección contra ataques aéreos, la población carecía de refugios subterráneos, al igual que de un plan de evacuación civil.
(46) Por consiguiente, unos días más tarde el presidente de la Defensa Civil de Puerto Rico, Jaime Annexy, convocó una reunión de emergencia en la cual se nombró un comité técnico con el fin de que se encargara de la construcción de los refugios antiaéreos. Sergio Cuevas, comisionado del Departamento de Interior, presidió dicho comité. Entre sus primeras funciones estaba la del reclutamiento del dr. Honorato de Castro, debido a la experiencia que había adquirido en materias de defensa civil durante la Guerra del 1898. El costo de los refugios se estimó en $332,000. El 85 por ciento de esta asignación provendría de fondos de la WPA. El remanente lo suministraría el Departamento de Interior Federal.(47)


La WPA se hizo cargo de la construcción de los refugios. Para entonces, ya existía un sistema de trincheras entibadas, cubiertas de madera, en la faja de terreno comprendida entre el Paseo de Covadonga y la Avenida Ponce de León, detrás del Capitolio insular. En la muralla de Recinto Sur, en el Paseo La Princesa, se habían iniciado cuatro túneles, y otros cuatro en la muralla de la Puerta de San Juan. Detrás del Casino de Puerto Rico se excavaron zanjas con el doble propósito de corroborar la existencia de un túnel, construido bajo el antiguo régimen español, entre el Castillo de San Cristóbal y la Marina. Además, con el consentimiento y la cooperación de las autoridades militares, se inspeccionaron los túneles militares existentes en San Juan. Se encontró que en el Castillo San Cristóbal habían siete túneles que se encontraban dentro de la zona militar. Uno de éstos se extendía desde el patio de la primera casa dentro del Castillo, por debajo de la avenida Muñoz Rivera, pasaba por el Casino de Puerto Rico prolongándose hacia la Marina. Otra parte del abanico de San Cristóbal llegaba hasta el Capitolio. Se inspeccionó un túnel en el Castillo del Morro, y aparentemente tenía una dirección hacia San Cristóbal, pero su entrada estaba obstaculizada.(48)

A pesar de la urgencia para terminar estas construcciones, Rafael del Valle Zeno, vice-presidente del Comité Técnico de la Defensa Civil, se quejó a Sergio Cuevas con respecto a la lentitud en la tramitación de órdenes “que tienen que sufrir el rigor de siete firmas antes de ser colocadas”, la “dificultad en conseguir algunos materiales esenciales debido a la demanda existente, tales como agregados de hormigón”, las “restricciones de prioridad tales como en los materiales de acero”, la lentitud de pago en las agencias de gobierno, y la “lentitud ya conocida en el personal obrero de la WPA”.(49) Es interesante notar que en algunos casos, tales como la construcción del refugio antiaéreo en la cárcel de La Princesa, se utilizaron presos, a quienes se les pagaba $0.25 diarios, cantidad mucho menor que la asignada a los trabajadores peores remunerados en la Isla.(50)

El Comité Central de la Defensa Civil aprobó también trabajos en el barrio La Perla, los cuales consistían en la construcción a través de las murallas de túneles revestidos de acero.

Sin embargo, en la reunión celebrada en La Fortaleza el 14 de mayo de 1942, se acordó “por unanimidad disminuir al mínimo las actividades relacionadas con el diseño y construcción de refugios antiaéreos”.(53) El personal empleado quedaría cesanteado el 31 de ese mes y se asignó la cantidad de $300 al dr. Honorato de Castro por sus servicios prestados.(54) El 16 de julio de 1943, Sergio Cuevas recomendó al ingeniero Jorge A. Rodríguez para que éste encargase de la clausura o la eliminación de los refugios antiaéreos.(55)

46 Piñero Cádiz, op. cit. , pp. 142-143.
47 Memorandum: To the Honorable Governor of Puerto Rico, From: Sergio Cuevas. January 8, 1942. AGPR, Fondo: Obras Públicas, Serie: Asuntos Varios, Legajo: #253A, Cartapacio: #198, pp. 1-3. 
48 A: Hon. Comisionado del Interior y Presidente Comité Técnico de Defensa Civil, De: Rafael del Valle Zeno. 4 de febrero de 1942. Ibid. , Cartapacio:#197, pp. 1-5.
49 De: Rafael del Valle Zeno, A: Sergio Cuevas. 14 de marzo de 1942. Ibid., pp. 1-2.
50 De: Rafael del Valle Zeno, A: Dr. Honorato de Castro. 2 de abril de 1942. Ibid
51 De: Sergio Cuevas, A: Jorge Luis Córdova. 20 de marzo de 1942. Ibid.
52 Ibid.
53 De: Sergio Cuevas, A: Rafael del Valle Zeno. 18 de marzo de 1942. Ibid.
54 Ibid.
55 De: Sergio Cuevas, A: Dr. Carlos F. Muñoz MacCormick. 16 de julio de 1943, Ibid