Historia de Puerta de Tierra


El comienzo

Los arrabales

Barrio Obrero


Los ranchones

 


Arrabal Miranda. Sector norte.193_.    Al fondo,Iglesia San Agustín

El Falansterio

Los caserios
residenciales públicos

La Clase Media

El Éxodo

Condominios San Luis y Las Acacias




Arrabal Riera - Miranda

La barriada Miranda estuvo ubicada en los terrenos que en la actualidad ocupa el Residencial Público Puerta de Tierra, y se extendía hasta el borde mismo del canal San Antonio. Hasta principios del principios del siglo XX, hacia el sur de la vía del ferrocarril y en los bordes del Caño de San Antonio solo existían ciénagas y mangle. 

En sus comienzos, cuando era un conjunto de bohíos, Puerta de Tierra fue un barrio predominantemente residencial. Al desarrollarse se añadieron otros usos públicos cuya proyección sobrepasaba los límites del barrio. La evolución de la vivienda, según los promotores se adaptaban a las condiciones cambiantes del mercado, junto a los designios militares, las reglamentaciones urbanas y la condición del entorno natural definieron la forma que tomó el asentamiento.

En las parcelas donde se arrendaba para construir, los propietarios establecían las guías para la organización siguiendo criterios que garantizaran su mejor aprovechamiento. Estas urbanizaciones se hacían sin plan, igual que los barrios populares construidos ilegalmente en los terrenos públicos. Los barrios populares, si bien condicionados por influencias externas de índole política y social, adquieren una dirección en donde el colectivo tiene una participación activa. Hay una multiplicidad de individuos que dependen de la negociación para llevar a cabo sus proyectos. Se negocia la selección del lugar para construir, la porción a apropiarse, los límites de lo propio y lo ajeno, de lo privado y lo colectivo, de lo comunitario y lo externo. 

Se reclama el derecho de propiedad mediante el trabajo en el mejoramiento de las condiciones ambientales, por ejemplo, en el relleno del terreno cenagoso. Allí también hubo instancias de especulación y subarriendo como en la ciudad.

Entre los propietarios o promotores de viviendas y del fraccionamiento de terrenos para alquiler sobresalen los nombres de Aniceto Miranda y Manuel J. Gestera, a quien también se le asocia con propiedades intramuros. Miranda tenía terrenos entre la calle San Agustín y el manglar, segmentados estos últimos por la vía del ferrocarril. Al sur de la vía una parcela que ocupaba tenía un área de 8,057 metros cuadrados, tamaño considerable si se toma en cuenta que los solares al norte de ésta fluctuaban generalmente entre los 150 y 400 metros. En los solares las agrupaciones de viviendas formaron pequeñas comunidades que con el tiempo tomaron proporciones de pequeño barrio.

Las intervenciones de Gestera nos permiten elaborar más sobre los procesos de desarrollo urbano y el manejo del mercado inmobiliario en asentamientos proletarios promovidos por el capital. Resulta notable la variedad de proyectos en  la que se involucró este promotor.

Para 1903, en una parcela suya al sur de la vía del ferrocarril, Gestera subdividió solares a lo largo de una calle. El emplazamiento originario de este proyecto fue trazado en el extremo de la propiedad más alejado de la vía y más cerca del manglar, siguiendo el patrón de dejar libre para especulación futura la porción que pudiera revalorizarse mejor al intensificarse la urbanización del sector, proyecto del cual era parte. 

Al igual que Miranda, Gestera utilizó un plano modelo para la construcción de algunas de las viviendas. Resulta interesante cómo los carpinteros de estas añadían sus propios detalles a las fachadas, contribuyendo de esa manera a la identidad de las mismas.

Los terrenos que ocupaba Gestera en el manglar, colindantes con los de Aniceto Miranda, fueron posteriormente traspasados a la sucesión José Dimas Riera, también propietario de terrenos en la calle San Andrés. Aunque de distintos promotores la construcción popular ocupó ambos territorios como uno solo, formándose la barriada Riera Miranda, que agrupaba prácticamente la mitad de toda la población de Puerta de Tierra. En 1939 la población de Miranda era de 5,615 habitantes mientras que la población total de Puerta de Tierra era de 11,480 en 1940. Un plano de 1936 ilustra la extensión y localización de este enorme arrabal.

En 1919 se suscitó el siguiente pleito en relación con estos terrenos. En El Pueblo v. Riera, 27 D.P.R., 1 (1919), el Estado demandó en reivindicación a Juan D. Riera alegando que éste se hallaba poseyendo sin título legal cierta parcela de terreno radicada en el barrio de Puerta de Tierra de San Juan, que pertenecía en propiedad a El Pueblo por cesión que le hizo el gobierno de los Estados Unidos de Norte América, quien la adquirió de España en virtud del Tratado de París del 10 de diciembre de 1898. Contestó Riera alegando que el gobierno español por escritura pública de 27 de septiembre de 1897 había vendido la finca a Manuel J. Gestera, que se habían hecho posteriormente sucesivas trasmisiones de la parcela hasta adquirirla del demandado; que tanto el comprador original como los subsiguientes habían inscrito sus títulos, que él era un tercero protegido por la ley que había adquirido el dominio de persona que según el Registro aparecía como dueña de dicho inmueble sin condición ni defecto alguno. El pleito se terminó por sentencia que declaró con lugar la demanda en cuanto a la devolución de la finca y de ella apeló Riera, quien al final prevaleció al estar protegido por el artículo 34 de Ley Hipotecaria contra ese vicio de nulidad.

Según el estudio de Manuel A. Pérez sobre los arrabales de San Juan, en 1939 el 26.7 por ciento de la población de San Juan residía en áreas de arrabal. Puerta de Tierra era uno de los sectores de la ciudad con mayor concentración de arrabales. La condición socioeconómica de la comunidad Miranda en 1939, se destaca como una de la más patéticas: era el segundo arrabal en extensión de todos los estudiados en San Juan y Santurce; el 23.6 por ciento de su población era analfabeta; y como en el resto del sector, la mayoría de sus residentes no eran dueños de la tierra ni de sus viviendas. El alquiler promedio semanal de las estructuras de Miranda ($1.76) era considerablemente mayor que el promedio de alquiler semanal de todos los demás arrabales estudiados ($1.48). Esto se debía probablemente a una mayor demanda dada la cercanía de este sector a las fuentes de trabajo asalariado.

Hacia la parte norte y paralela a la vía del tren, se extendía una profunda zanja de drenaje, que se convirtió en un inmenso criadero de mosquitos. Durante la epidemia de malaria en el 1920 fueron importados e introducidos peces Gambusia en zanjas y charcas, debido a su adaptabilidad y a ser un voraz depredador de mosquitos y en especial de sus larvas.

En 1920 y 1921 la Bahía de San Juan y el Caño de San Antonio fueron dragados. El material proveniente del dragado fue utilizado para ir rellenando los antiguos manglares de Puerta de Tierra. Era necesario continuar expandiendo las facilidades portuarias y se planteó la reubicación de Salsipuedes, Hoyo Frío y Gandulito hacia el recién creado Barrio Obrero en Santurce.

El proyecto para eliminar los arrabales "Riera" y "Miranda", y para urbanizar los terrenos en que estaban enclavados los mismos, con fines comerciales e industriales, fue iniciado por el Departamento del Interior Insular en el 1937. Los terrenos fueron adquiridos a través de una asignación de $425,000 que hizo la Legislatura para dichos fines y para la construcción de un malecón en la parte sur que da al canal San Antonio.

En septiembre de 1938, La Autoridad sobre Hogares de Puerto Rico acordó solicitar de las autoridades de Washington la suma de 15 millones de dólares y ayuda técnica para llevar a cabo el plan de eliminación de arrabales. El presidente de los Estados Unidos puso a disposición del Gobierno Insular, a través de la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico, la cantidad de $1,000,000 para ser utilizados en el drenaje y relleno de terrenos cenagosos. Incluiría obras de saneamiento y prevención de la malaria. El gobernador de Puerto Rico, Blanton Winship recomendó que los trabajos comenzaran con el relleno de dos bloques de terrenos en la barriada Miranda. Para el proyecto fueron separados $6,000 y la tierra necesaria se obtuvo de montículos al este de la Escuela de medicina Tropical.

En los comienzos del 1939, El Departamento del Interior de Puerto Rico comenzó la construcción en los terrenos que dan a los manglares en la parada 15 de Santurce, una barriada para trasladar a los inquilinos del arrabal Riera, que sería eliminado para levantar en su lugar una serie de modernas edificaciones para fines industriales y comerciales. Los terrenos en la parte sur del arrabal Riera también fueron adquiridos por el Departamento del Interior y se hicieron las gestiones para adquirir los de Miranda. La legislatura asignó $400,000 para llevar a cabo los trabajos, considerados insuficientes, pero suponían que el arrendamiento y la venta de las edificaciones que se levantaran rentaran lo suficiente para terminar las obras sin solicitar otras asignaciones. Ya para mediados del 1939 más de tres quintas partes de las casas que existían en la Barriada Riera habían desaparecido. Según crónicas de la época, "la importancia de este proyecto del Departamento del Interior se considera que aumentó considerablemente con motivo de la base aérea que construiría la Marina de Guerra de Estados Unidos en Isla Grande, frente a la zona que ocupaba la barriada Riera".
 

La reubicación de los inquilinos de los arrabales en otros lugares seleccionados por el Departamento del Interior, adyacentes a la orilla del Caño de Martín Peña  y las obras del dragado de la Bahía de San Juan por la P.R.R.A. crearon entonces un grave conflicto. El Departamento del Interior había dado su autorización para que fuesen anegados por la draga los solares en la parada 15, en que se Ievantaba una serie de casas construidas con fondos gubernamentales. Según el señor Miles H. Fairbank, director de la P.R.R.A, fue el Departamento del Interior el que construyó las casas para trasladar a Ios habitantes del barrio Miranda a — oh, ironia — “una zona seca", según sus palabras textuales. Estas viviendas "jamás han sido vendidas, ni alquiladas, ni habitadas en los largos meses que llevan de construidas, y ahora se pudren lentamente en el fango", según reseñaba la prensa de la época. El proyecto del dragado se convirtió en una pesadilla para otras comunidades aledañas, como Tras Talleres, La Colectora, Portugués, Melilla y otras, en donde sus hogares fueron invadidos por el lodo.

Los vecinos de "Riera" y "Miranda", al no poseer títulos de propiedad fueron desalojados sin recibir ninguna retribución económica. Muchos de los residentes del arrabal Miranda optaron entonces por migrar hacia el arrabal El Fanguito en Santurce, o hacia la barriada "Hoare". Algunos de ellos montaron sus casuchas sobre bastidores con ruedas, arrastrados por camiones, para trasladarlas, enteras, hacia el nuevo asentamiento. (J. Torres)

La construcción de la avenida que iba desde La Marina hasta Miramar, c. 1926 (hoy avenida Fernández Juncos), delimitó los terrenos al sur de ésta para usos relacionados con las actividades portuarias, así las viviendas allí ubicadas tuvieron que ser reubicadas. En 1938 se edifica El Falansterio, el primer complejo de vivienda pública en el área de Puerta de Tierra. El propósito de su construcción fue comenzar el proyecto de eliminación de arrabales. En el "Tenement  Group Proyect A", como al principio se le denominó, se reubicarían a las familias a ser desalojadas de la barriada "Miranda". Sin embargo, los requisitos de admisión resultaron ser tan estrictos y onerosos para el obrero común que terminó siendo ocupado por la burguesía. En las décadas subsiguientes se levantaron los residenciales públicos de San Agustín (1940), San Antonio (1940), Puerta de Tierra (1949-50) y Las Acacias (1975).


Mudanza de una casa entera.

  Fuentes
- San Juan Tras la Fachada. Una mirada desde sus espacios ocultos(1508-1900), Edwin R. Quiles Rodríguez, Instituto de Cultura
  Puertorriqueña, 2003.
- Aníbal Sepúlveda y Jorge Carbonell, San Juan Extramuros, Iconografía para su estudio, Centro de Investigaciones Carimar/
  Oficina Estatal de Pres
ervación Histórica, 1990.
- Síntesis de Miseria y Dolor, PuertoRico Ilustrado, 4 de marzo de 1939.
- Manuel A. Pérez, Estudio preliminar de las condiciones de vida en los arrabales de San Juan, Puerto Rico, Reconstruction
 
Administration, Rural Rehabilitation Division, Research & Statistics Section, 1939.
- Interior está construyendo una barriada en Santurce; Para trasladar a los inquilinos del arrabal "Riera", El Mundo, 3 febrero 1939.
- Progresa rápidamente derrumbe; de las viviendas de la barriada "Riera". El Mundo, 8 abril 1939.
- Interior comenzará pronto a rellenar los terrenos, El Mundo, 2 de junio de 1939.
- La PRRA persiste en no hacer nada por sus víctimas, El Mundo, 21 de abril de 1939.
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